Con la llegada de la era digital y la aparición masiva de los e-commerce, el vínculo entre una marca y sus clientes se ve atravesado por nuevas herramientas que favorecen la interacción entre ambos.
Hasta hace algunos años, cuando un negocio buscaba comercializar a través de la venta física, se enfocaba en las características más atractivas de su producto para lograr la conversión. Si se buscaba transmitir más información, las opciones eran limitadas: Algún mensaje impreso en el packaging, carteles en puntos de venta o publicidad en medios tradicionales, lo que podía resultar sumamente costoso para el vendedor. Actualmente y gracias a la impactante presencia de las redes sociales en nuestro día a día, comunicar se volvió un acto económico y dinámico. Cualquiera que tenga algo para decir puede expresarlo, a la vez que será leído y escuchado.
Tenemos la posibilidad de comunicar. ¡Bien! Pero… ¿Qué vamos a comunicar como marca?
Las tendencias de consumo indican que las nuevas generaciones eligen ser consumidores conscientes. Esto quiere decir: Además de cómo es el producto, les interesa saber cómo piensa la marca que lo comercializa. Al proceso de personalizar una marca, dándole relevancia a los valores que ésta elige y a la manera en la que los representa y comunica, el Marketing Digital lo denomina branding. El branding es sumamente valioso ya que resulta lo más efectivo a la hora de buscar una fidelización en tu público objetivo. Construir un universo asociado a valores que caracterice a tu marca lleva tiempo y dedicación, pero resulta una poderosa inversión si consideramos las ventajas comparativas con respecto a otras estrategias: Mientras que algunos sellers eligen concentrarse en piezas comerciales que sólo hablen de sus productos, otros estarán trabajando minuciosamente en las razones por las cuales su marca se vuelve atractiva y especial. Esto influye positivamente en los clientes potenciales, que se identifican con la marca a la par que se interesan por los productos. Cuando se refuerza el vínculo vendedor-cliente, la aparición de cambios circunstanciales (aumento de precios, limitación en el stock, variación en la línea de productos) puede atravesarse con mayor flexibilidad sin perder clientes potenciales, ya que los mismos siguen eligiendo a la marca por sobre todas las cosas.
Desde nuestra experiencia como Consultora Certificada en MercadoLibre, pudimos observar la importancia del branding en estos meses de pandemia y cuarentena. Los sellers que apostaron a trabajar la imagen de su marca, crecieron de manera diferencial con respecto a otros que sólo se interesaron por vender sus productos. Con el aislamiento obligatorio, muchas personas moderaron su consumo y en consecuencia seleccionaron con detenimiento a quienes iban a comprarles: En esa selección, las marcas que se ganaron la confianza y el cariño de sus clientes no sólo no perdieron ventas, sino que las incrementaron considerablemente.
Trabajar a corto, mediano y largo plazo en una estrategia 360° integra todas las posibilidades de crecimiento de un negocio. Cada marca tiene un mensaje que la vuelve única en su rubro: Conocerlo y potenciarlo, adaptándolo a los diferentes canales de venta, posiciona al negocio de manera eficiente y definitiva.
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